El remo con barra y el remo en polea son dos ejercicios fundamentales para desarrollar la espalda, pero tienen características distintas que los hacen más o menos adecuados según el objetivo, el nivel y las limitaciones de cada persona.
En este artículo comparamos ambos movimientos para que sepas cuál elegir en tu entrenamiento de hipertrofia.
Remo con barra: requiere estabilizar el tronco durante todo el ejercicio. La carga no está guiada, lo que implica una mayor activación del core y de los erectores espinales. Esto lo convierte en un ejercicio más demandante desde el punto de vista técnico.
Remo en polea: el movimiento es más estable gracias al sistema guiado. Esto permite focalizar mejor el trabajo sobre los músculos de la espalda, especialmente en personas que aún no dominan la técnica del remo libre.
Remo con barra: permite trabajar con cargas más pesadas. Es ideal para generar una sobrecarga progresiva efectiva en rutinas de fuerza e hipertrofia avanzada.
Remo en polea: aunque también se puede progresar en carga, suele emplearse con un rango de repeticiones más alto, ideal para aumentar volumen muscular con un riesgo técnico menor.
Remo con barra: activa con fuerza el dorsal ancho, el trapecio medio e inferior, los romboides y los erectores espinales. También implica a los glúteos, isquiosurales y músculos del core como estabilizadores.
Remo en polea: permite un mayor control del recorrido y una contracción más mantenida al final del movimiento. Es excelente para enfocarse en la conexión mente-músculo y en fases excéntricas controladas.
Remo con barra. Ideal para ganar masa muscular total, fortalecer la zona media y mejorar la capacidad de tracción.
Remo en polea. Perfecto para trabajar con mayor control y mejorar la conexión con la musculatura de la espalda.
La polea suele ser más accesible, ya que requiere menos técnica postural y es más segura para quienes aún no dominan la inclinación del tronco.
El remo con barra permite aplicar más carga y desarrollar mayor densidad muscular si se ejecuta con buena técnica.
Una estrategia efectiva es combinarlos en el programa de entrenamiento: usar el remo con barra como ejercicio base en los días de tirón y complementar con el remo en polea para añadir volumen o trabajar detalles técnicos.
No hay un ganador absoluto entre el remo con barra y el remo en polea. Ambos son útiles y válidos.
La clave está en elegir el adecuado según tu nivel, tus objetivos y tu capacidad técnica.
Combinarlos estratégicamente es una forma inteligente de maximizar el desarrollo de la espalda.
Espero que te haya gustado este artículo.
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